En nuestras aulas trabajamos la inclusión a todos los niveles; por este motivo, el proyecto de aprendizaje cooperativo tiene una importancia fundamental en nuestro centro.
Los profesores, que recibimos formación para poder aplicar este proyecto de manera satisfactoria, lo ponemos en práctica con el objetivo de pluralizar la enseñanza, integrando a todos nuestros alumnos y alumnas y haciendo que no haya ningún tipo de diferencia en su desarrollo. De manera cotidiana, los alumnos están dispuestos en grupos de trabajo a lo largo de las horas de clase, para así fomentar este proceso de aprendizaje.

Trabajamos las asignaturas bajo este punto de vista, donde la solidaridad, la cohesión de grupo y la ayuda mutua son pilares tan importantes como los curriculares. Fomentamos la autonomía de nuestros alumnos y alumnas, siempre con supervisión docente, para potenciar al máximo las competencias que cada uno tiene.
Basamos este proyecto en tres pilares: en primer lugar, la cohesión de grupo, ya que una clase que está unida facilita la inclusión y lo trabajaremos a través de tutorías y de pequeñas dinámicas dirigidas en todas las asignaturas; en segundo lugar, la capacidad de trabajar en pequeños equipos, donde, a través de pequeñas tareas, demuestran su capacidad de trabajo; y, por último, la suma de estos dos componentes previos, un equipo cohesionado es capaz de gestionar su avance de manera más eficiente.
Por todo esto, el aprendizaje cooperativo supone un componente transversal en nuestra manera de enseñar, debido a que todos los profesores lo aplicamos en nuestro día a día. De esta manera, conseguiremos alumnos más autónomos, competentes y solidarios.